Muchas veces el
árbol no nos deja ver el bosque, adulaciones falsas, elevaciones interesadas, comentarios intencionados, son muchas de las armas habitualmente utilizadas para confundir y generar desconcierto en inocentes conciencias que quieren cambiar realidades. Solamente quienes logran
autocrítica con humildad,
análisis independiente, rose con el problema y vocación de cambio, pueden lograr el objetivo primigenio.
Los
jóvenes muchas veces son utilizados como meros cuerpos para ejecutar intenciones de terceros, que buscan conseguir por
interposita persona lo que no pueden lograr por si solo sin
arriesgar su debilitada integridad ética y moral.
Se deberá buscar el problema, encontrarlo, tratar de sufrirlo y padecerlo como propio, y recién hablar de soluciones, muchas veces la imaginación traiciona diagnosticando
erráticos problemas con soluciones incorrectas y sin sustento en la realidad.
Buscar en la esencia y no en la oratoria, exigir coherencia antes que sumisión, saber escuchar antes de hablar, no sumar elementos que restan en el conjunto, observar la realidad pero
también palparla, no analizar desde el comentario sino desde el conocimiento...
quizás así se logre
protagonizar el sueño de todos, la realidad de nadie...
Jem.-.