jueves, 30 de octubre de 2008

En el 25° Aniversario de la Vuelta de la Democracia

Generación R estará presente en el Luna para sumarse a los festejos de estos 25 años de Democracia!, donde no sólo los radicales deberíamos estar presentes, sino todo el pueblo argentino, porque el 30 de octubre de 1983 será recordado siempre, como el día donde la sociedad argentina le dijo basta a la violencia impulsada desde el Estado y de la mano del Dr. Raúl Alfonsin comenzó a transitar el camino de la Democracia. Además como jóvenes queremos renovar nuestro compromiso para trabajar en pos de mejorar esta Democracia casi adolecente, porque como ya lo dijo don Raúl, "hemos logrado la libertad...pero tenemos una cuenta pendiente con la igualdad"...


Gracias Raúl.-


Los Hijos de la Democracia.-

viernes, 24 de octubre de 2008

Adolfo Pérez Esquivel en Olavarría

Referente de la Paz
El referente de la Paz Adolfo Pérez Esquivel llegó para imponer su nombre al Polimodal de la Unicén. Habló de derechos humanos, se mostró agradecido y aseguró que este "honor" lo asume con compromiso y alegría. A los estudiantes les pidió que "nunca dejen de sonreír" y que "jamás pierdan la esperanza". Su discurso en favor de la paz, en medio de tanta violencia cotidiana, provocó emociones.

Diploma de honor
La agrupación Generación Radical de la UCR entregó ayer a Adolfo Pérez Esquivel un diploma de honor. La entrega estuvo en manos del adherente más joven de la organización, Iván Orynicz Tarrés, de 15 años.-
http://www.diarioelpopular.com.ar/diario/2008/10/24/nota.html?idnota=37778

viernes, 17 de octubre de 2008

Generación R a la Radio

Algo nuevo esta naciendo en RADIO.
A PARTIR del Proximo Sábado de 17 a 19 Hs. 'GENERACION
R', Revolucionando la Radio. En FM BAHIO 97.5
Escuchalo en vivo en: www.fmbahio.comOlavarría

jueves, 16 de octubre de 2008

Una Lucha de Todos


Día Internacional de la Erradicación de la Pobreza
En 1992, la Asamblea General, acogiendo con satisfacción el hecho de que, el 17 de octubre, algunas organizaciones no gubernamentales, por iniciativa de una de ellas (el Movimiento Internacional ATD Cuarto Mundo, con sede en Francia) había celebrado en muchos Estados el Día Mundial para la Superación de la Pobreza Extrema, declaró esa fecha Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza (resolución 47/196, de 22 de diciembre). La observancia del Día tiene por objeto sensibilizar a la opinión pública respecto de la necesidad de erradicar la pobreza y la indigencia en todos los países, en particular los países en desarrollo, necesidad que se ha convertido en una prioridad del desarrollo.
Quienes no tienen posibilidad, quienes pasan hambre, frío, quienes no acceden a la educación, al sistema de salud...esperan algo de nosotros, por eso, siempre es un buen momento para preguntarnos que hacemos al respecto. Aquellos que no quieren hacer nada, ni sentirse culpables, optarán por culpar al gobierno de turno –que obviamente tiene responsabilidad-, pero no podemos pasar por alto que la pobreza es un problema que afecta no sólo a nuestro país sino a toda la región y que será a partir de un accionar conjunto entre la sociedad y el gobierno que se irán encontrando caminos para solucionar este problema.
Tanto jóvenes como no tan jóvenes, tenemos la responsabilidad y el desafío de luchar por una sociedad más justa, porque como lo dijo Alfonsín “... la Democracia es vigencia de la libertad y los derechos pero también existencia de igualdad de oportunidades y distribución equitativa de la riqueza, los beneficios y las cargas sociales: tenemos libertad pero nos falta la igualdad...”, por ello, debemos ser concientes que de todos depende lograr que cientos de miles de hermanos argentinos y latinoamericanos tengan un lugar donde dormir, que puedan estudiar y desarrollar sus potencialidades y que no sean objeto de maltrato, ni del clientelismo político.
Asumamos el compromiso de reflexionar sobre la problemática, pero por sobre todas las cosas asúmanos el compromiso de HACER, quienes viven en situación de emergencia no pueden esperar un debate profundo de la cuestión, el momento es hoy!

jueves, 2 de octubre de 2008

Merecido Homenaje al Padre de la Democracia

Discurso Completo del Dr. Alfonsín.-
De todos los honores y privilegios que la vida me ha dado, y en verdad han sido muchos, por cierto jamás hubiera imaginado acceder a éste que se me concede, el de presenciar la inauguración de un monumento de mi persona. No lo hubiera imaginado, no lo hubiera permitido. Del mismo modo, tal cual rechacé invitaciones anteriores, en la actual circunstancia, desde luego que no interpreto que se realiza un homenaje a mi persona, sino a la democracia que logramos los argentinos.Siempre creí y así lo dije en tantas oportunidades que es la misión de los dirigentes y de los líderes plantear ideas y proyectos evitando la autoreferencialidad y el personalismo; orientar y abrir caminos, generar consensos, convocar al emprendimiento colectivo, sumar inteligencias y voluntades, asumir con responsabilidad la carga de las decisiones. “Sigan a ideas, no sigan a hombres”, fue y es siempre mi mensaje a los jóvenes. Los hombres pasan, las ideas quedan y se transforman en antorchas que mantienen viva a la política democrática.En esta galería de presidentes, conviven aquellos que expresaron e interpretaron esa voluntad del pueblo de forjar un destino propio, con aquellos que fueron impuestos o se impusieron por la fuerza, como consecuencia de la frustración de aquellos anhelos. Si los contamos, todavía encontraremos seguramente más presidentes de facto que presidentes elegidos por el pueblo. Esto es lo que notablemente ha cambiado a partir de 1983; no hubo ni habrá aquí más presidentes de facto. Son las certidumbres que debemos evocar y a las que debemos rendir homenaje en estos 25 años que estamos cumpliendo de joven pero incompleta democracia. La democracia que tenemos es nuestra casa común; el hábitat y las normas que nos deben permitir desarrollar nuestras vidas más plenamente como individuos y familias, como sociedad y como pueblo que aspira a ser una nación. Veinticinco años después, nos toca mejorarla, fortalecer sus capacidades transformadoras y dar contenido real a la igualdad de oportunidades asegurando y expandiendo nuestras libertades. Democracia es vigencia de la libertad y los derechos pero también existencia de igualdad de oportunidades y distribución equitativa de la riqueza, los beneficios y las cargas sociales: tenemos libertad pero nos falta la igualdad. Tenemos una democracia real, tangible, pero coja e incompleta y, por lo tanto, insatisfactoria: es una democracia que no ha cumplido aún con algunos de sus principios fundamentales, que no ha construído aún un piso sólido que albergue e incluya a los desamparados y excluídos. Y no ha podido, tampoco aún, a través del tiempo y de distintos gobiernos construir puentes firmes que atraviesen la dramática fractura social provocada por la aplicación e imposición de modelos socioeconómicos insolidarios y políticas regresivas.El 10 de diciembre de 1983, en mi primer mensaje ante el Congreso de la Nación como Presidente convoqué a todos los argentinos a una tarea común para constituir la unión nacional.Para lograrlo era imprescindible luchar por un Estado independiente, que no podía subordinarse a poderes extranjeros, ni a grupos financieros internacionales, ni a los privilegios locales. La propiedad privada cumplía un papel importante en el desarrollo de los pueblos, pero el Estado no podía ser propiedad privada de los sectores económicamente poderosos.Era necesario buscar un consenso fundamental: la democracia aspira a la coexistencia de las diversas clases y sectores sociales, de las diversas ideologías y de diferentes concepciones de vida. Es pluralista, lo que presupone la aceptación de un sistema que deja cierto espacio a cada uno de los factores y hace posible así la renovación de los gobiernos, la renovación de los partidos y la transformación progresiva de la sociedad.“La democracia es previsible, y esa previsibilidad indica la existencia de un orden mucho más profundo que aquel asentado sobre el miedo o el silencio de los ciudadanos.“La previsibilidad de la democracia implica elaboración y diálogo que no excluirá, sin duda, tempestuosos debates y agrios enfrentamientos de coyuntura que nutrirán al estilo republicano triunfante ya en el país”.“La democracia no se establece sólo a través del sufragio ni vive solamente en los partidos políticos. Nuestro gobierno no se cansará de ofrecer gestos de reconciliación, indispensables desde el punto de vista ético e ineludibles cuando se trata de mirar hacia delante”.Sin la conciencia de la unión nacional, sostuvimos, será imposible la consolidación de la democracia; sin solidaridad, la democracia perderá sus verdaderos contenidos. Esta llama debe prender en el corazón de cada ciudadano, que debe sentirse llamado antes a los actos de amor que al ejercicio de los resentimientos.Sabíamos que la tarea exigiría tiempo, esfuerzos, sacrificios, claridad de ideas y una gran energía encauzada por un preciso sentido de la prudencia y el equilibrio, pero teníamos una ventaja: la experiencia nos había enseñado que, cada vez que perdimos la democracia, la inmensa mayoría de los argentinos terminó perjudicándose.También habíamos aprendido que los que estimulan la impaciencia para proponer la intolerancia y la violencia como remedios terminan favoreciendo los intereses del privilegio. Aprendimos que cuando el pueblo no decide sobre el gobierno, la nación y el pueblo quedan desguarnecidos frente a los intereses de adentro y de afuera.Habíamos aprendido que existían fuerzas poderosas que no querían la democracia en la Argentina. Sabíamos que la reivindicación del gobierno del pueblo, de los derechos del pueblo para elegir y controlar el gobierno de acuerdo con los principios de la Constitución, planteaba una lucha por el poder en la que no podíamos ni debíamos bajar los brazos, una lucha que teníamos que librar y en la que teníamos que triunfar.En este planteo puede destacarse también el lugar central que tiene la cuestión de la transformación de nuestra cultura política; aquello que suele llamarse la “dimensión subjetiva” de la democracia. Y sabemos que el esfuerzo por crear bases estables y predisposiciones arraigadas para la convivencia democrática pasa necesariamente por superar las deformaciones asentadas en la mentalidad colectiva de nuestro país como herencia de un pasado signado por la frustración y el autoritarismo.En efecto: la intolerancia, la violencia, el maniqueísmo, la compartimentación de la sociedad, la concepción del orden como imposición y del conflicto como perturbación antinatural del orden, la indisponibilidad para el diálogo, la negociación, el acuerdo o el compromiso, han sido maneras de ser y de pensar que echaron raíces a lo largo de generaciones en nuestra historia. Y que por cierto, constituyen todavía hoy una de las principales rémoras y déficit con las que carga nuestra democracia.Está convicción viene acompañada de una invitación y un deseo esperanzado. Propongo que todos lo intentemos, con la cabeza y el corazón en el presente y la mirada hacia el futuro. Porque los argentinos hemos vivido demasiado tiempo discutiendo para atrás. En política esto tuvo una expresión trágica durante décadas: la única forma que tenía la oposición para llegar al gobierno, era que le fuera mal al de turno, sin advertir que al dificultar la gestión a quien se derrotaba era a la Nación.Hoy todavía hay rastros de ese canibalismo político que ha teñido la práctica política. La política implica diferencias, existencia de adversarios políticos, esto es totalmente cierto. Pero la política no es solamente conflicto, también es construcción. Y la democracia necesita más especialistas en el arte de la asociación política. Los partidos políticos son excelentes mediadores entre la sociedad, los intereses sectoriales y el Estado y desde esa perspectiva hemos señalado que lo que más nos preocupa es el debilitamiento de los partidos políticos y la dificultad para construir un sistema de partidos moderno que permita sostener consensos básicos. No será posible resistir la cantidad de presiones que estamos sufriendo y sufriremos, si no hay una generalizada voluntad nacional al servicio de lo que debieran ser las más importantes políticas de Estado expresada en la existencia de partidos políticos claros y distintos, renovados y fuertes, representativos de las corrientes de opinión que se expresan en nuestra sociedad. Y a propósito de bustos, estatuas e íconos, y del sentido que le damos a estas evocaciones del pasado, siempre recuerdo la historia de “La Estatua de Sal”, aquel pasaje de la Biblia en la que un ángel le advierte a Lot: “¡Sálvate! ¡No mires hacia atrás ni te detengas! ¡En ello te va la vida!.” Su mujer quiere ver el exterminio de Sodoma. Mira hacia atrás y queda convertida en una estatua de sal. Sin embargo, hay también otro riesgo. Están aquellos que no miran hacia atrás pero tampoco lo hacen hacia ningún lado. Los que ni siquiera tienen pensamiento propio. Erich Fromm, en su libro “¿Podrá sobrevivir el hombre?”, lo define como el pensar inauténtico, de autómata, de aquel que cree que algo es verdad no porque haya llegado a esa convicción por el propio pensar, basado en observaciones o experiencias, sino porque se lo han sido “sugerido”, porque le ha sido propuesto “...por fuentes que llevan consigo el peso de las autoridad, en una u otra forma.”, modas y olas pasajeras, distintas formas de “pensamiento único”. Otro gran pensador que hemos seguido, Norberto Bobbio, escribió en su libro De Senectute: “somos también lo que elegimos recordar”. Toda mi actividad política buscó fortalecer la autonomía de las instituciones democráticas y fortalecer le gobierno de la ley, para que la ley y el Estado de Derecho estuvieran separados de cualquier personalismo. Nuestro país tuvo un talón de Aquiles: no podíamos garantizar la alternancia democrática del gobierno. El objetivo de toda mi vida ha sido que los hombres y mujeres que habitamos este suelo podamos vivir, amar, trabajar y morir en democracia. Para ello era y es necesario que además de instituciones democráticas haya sujetos democráticos, porque sólo así pueden sobrevivir a sus gobernantes. Y lo bueno de las instituciones democráticas es que no necesitan efigies que las presidan, ni estatuas que les den su investidura. Pero si en algún rincón de sus edificios públicos es posible evocar a aquellos hombres y mujeres que las han presidido o que contribuyeron a defenderlas y ponerlas en movimiento al servicio de la sociedad, bienvenido sea.

La opinión de Zaffaroni y Cafiero

Puede caminar tranquilo -Raúl Eugenio Zaffaroni (Juez de la Corte Suprema)
El acto fue tremendamente emotivo. Estuvo muy interesante el discurso de Alfonsín, sobre todo cuando dijo que el busto no era un monumento a él sino para toda la democracia. La Presidenta también estuvo bien cuando le contestó que eso era cierto, pero que tenía que decirle que el acto y el busto eran también un reconocimiento personal por su carrera política. Creo que, con la perspectiva que da el tiempo, todos tenemos que reconocerle a Alfonsín sus grandes virtudes democráticas. Le tocó dirigir los destinos del país en un momento sumamente difícil, donde las cosas tampoco se le hicieron sencillas. Pasó más de un cuarto de siglo de ese momento y esos méritos son incuestionables, y por eso está bien celebrarlos en un acto como el de ayer. Hay otra cosa interesante que me gustaría remarcar: Alfonsín es, a mi juicio, el único ex presidente que puede caminar tranquilo por la calle. A lo que aspira todo aquel que desempeña una función pública es a poder caminar después por la calle sin tener ningún problema. Y él puede hacerlo.
Un creador de la democraciaAntonio Cafiero (Dirigente histórico del peronismo)
Raúl Alfonsín ocupó un rol en la historia argentina que fue salir de la noche negra de la dictadura para entrar en la democracia con la comprensión del peronismo, que entonces yo dirigía.En Semana Santa de 1987, en vez de ir a Campo de Mayo a decirles a los militares que derrocaran al gobierno radical, les dije que se rindieran, porque la oposición estaba con el gobierno democrático y no con ese levantamiento.A partir de entonces surgió un vínculo fecundo con el doctor Alfonsín. Yo lo ayudé a sacar las leyes que necesitaba con la gente que me respondía a mí en las cámaras del Congreso.Con él tuvimos un rumbo de coincidencias desde entonces, nos vimos muy a menudo.Reconozco y reivindico su rol como una especie de creador de la nueva democracia de la Argentina y me reservo para mí un papel menor por haber colaborado en la creación de esa democracia.
Fuente : Diario Crítica Digital 02/10/08.-