La madrugada del día jueves 17 de julio de 2008 pasará a la historia y hasta se podría decir que fue un regalo a los 25 años de Democracia. El tema de las retenciones y mas precisamente de la Res. 125, comenzó como una medida que se tomó entre gallos y media noche, se transformó en un proyecto que pasó por el Congreso, donde luego de un histórico debate, el oficialismo consigue las adhesiones y el proyecto se fue al Senado.
El Senado para muchos era un paso formal, pero no fue así, en la calle seguía el descontento de la gente; la soberbia, el patoterismo, el falso discurso oficial nos cansó a todos. Parecería que nuestros representantes tuvieron que recurrir a sus genuinas convicciones, porque sabían que su decisión tenía que ser justificada, ya sea ésta positiva o negativa y después de un maratónico debate llegó el momento crucial, el Vicepresidente de la Nación cobraba un protagonismo inesperado para el futuro del país. Algunos dirán que fueron los embates continuos de algunos funcionarios contra él, o el ninguneo constante de CFK y su marido, que lo llevaron a votar en contra; pero la verdad resulta mejor pensar que fue su verdadera convicción la que lo llevó a votar en contra, que se dio cuenta que todo esto era una locura, que el país se dividía peligrosamente y que seguir siendo súbdito de soberbios e intolerantes era algo que en algún momento tendría que explicarlo.
De todas formas esto no termina acá, ahora el desafío es crear un programa para la Agricultura y Ganadería nacional, que contemple las diferencias y que resguarde principalmente a los pequeños y medianos productores, que no se olvide del medio ambiente y que la redistribución no llegue en subsidios, sino en desarrollo, es decir, caminos, escuelas, hospitales, etc etc, porque creando igualdad de posibilidades se respetan los derechos de las personas.
“No hay que conformarse solucionando los efectos, debemos combatir las Causas”
El Senado para muchos era un paso formal, pero no fue así, en la calle seguía el descontento de la gente; la soberbia, el patoterismo, el falso discurso oficial nos cansó a todos. Parecería que nuestros representantes tuvieron que recurrir a sus genuinas convicciones, porque sabían que su decisión tenía que ser justificada, ya sea ésta positiva o negativa y después de un maratónico debate llegó el momento crucial, el Vicepresidente de la Nación cobraba un protagonismo inesperado para el futuro del país. Algunos dirán que fueron los embates continuos de algunos funcionarios contra él, o el ninguneo constante de CFK y su marido, que lo llevaron a votar en contra; pero la verdad resulta mejor pensar que fue su verdadera convicción la que lo llevó a votar en contra, que se dio cuenta que todo esto era una locura, que el país se dividía peligrosamente y que seguir siendo súbdito de soberbios e intolerantes era algo que en algún momento tendría que explicarlo.
De todas formas esto no termina acá, ahora el desafío es crear un programa para la Agricultura y Ganadería nacional, que contemple las diferencias y que resguarde principalmente a los pequeños y medianos productores, que no se olvide del medio ambiente y que la redistribución no llegue en subsidios, sino en desarrollo, es decir, caminos, escuelas, hospitales, etc etc, porque creando igualdad de posibilidades se respetan los derechos de las personas.
“No hay que conformarse solucionando los efectos, debemos combatir las Causas”
Generación R
No hay comentarios:
Publicar un comentario